LA FE VERDADERA Y LA FE FALSA


LA FE VERDADERA Y LA FE FALSA.
                                                                                                                   
Lectura Bíblica: Juan 8:30-38

“Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre”.

En el pasado estudio, analizamos la apostasía; es que conocieron a Cristo y volvieron atrás. Lo que pasa con los apóstatas es que no tienen una fe verdadera, son religiosos más no piadosos. Nunca han pertenecido al pueblo de Dios.

1.    No son conocidos por Dios Mateo 7:21-23
2.    No son del pueblo de Cristo 1 Juan 2:19
3.    Son cizaña, no trigo Mateo 13:24-26; 37-38
4.    Son mala tierra Lucas 8:5-8

Existe un grupo de personas en medio de la iglesia que poseen un conocimiento intelectual de la ley y el evangelio de Dios, incluso poseen sentimientos profundos de contrición y convicción, y aun así nunca dejan la muerte en el pecado para vida en Cristo.
Lo podríamos llamar la religión del espectador, conocen el “programa” de memoria, pero nunca hacen parte del “programa” Esto no es conversión, y sólo lleva al sufrimiento y a la muerte eterna.

1.    BASES BÍBLICAS QUE COMPRUEBAN LA EXISTENCIA DE LA FE FALSA.

Juan 8:30-38:

“Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre”.

Juan 2:23-25:

“Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”.

Hechos 8:13,18-23:

También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;  porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.

Vemos en estos pasajes personas que “creyeron en Jesús” pero su corazón no era recto, posen una confesión tan sólo de labios. Eso es lo que llamamos fe falsa y es este tipo de fe la que tiene todo apostata.

2.    DIFERENCIAS ENTRE LA FE GENUINA Y LA FE FALSA.

Estas diferencias tienen como propósito aprender a reconocer la fe verdadera de la fe falsa.

      a.    En la fe genuina, la unión con Cristo supera los hechos y compromisos existentes.

Lea por favor Lucas 14:25-35

“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?  Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.” 

Lucas 8.13
“Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan”.

Que importa lo que el creyente verdadero deba dejar atrás, todo es basura considerando el valor que tiene Cristo para nuestra vida. He hallado la perla de gran valor, lo dejo todo con tal de disfrutar de su riqueza.





    b.    La santidad universal caracteriza la fe salvadora.

Santiago 2:9-13

“Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”.

La fe verdadera busca cumplir toda la ley de Dios, aunque no sea obediencia perfecta. La fe falsa es parcializada en las áreas que entrega a Dios o en qué es obediente a Dios
Un ejemplo es: 

·         Señor te entrego mi vida pero mis ojos los controlo yo.
·         Señor te entrego mi vida pero mi lengua (chisme)  la controlo yo.
·         Señor te entrego mi vida pero mi modo de vestir lo controlo yo.
·         Señor te entrego mi vida pero el diezmo lo controlo yo.

De igual manera podríamos hablar de nuestro novi@, sexualidad, pensamientos, trabajo, tiempo que dedico al Señor, día de culto, las personas que honro, etc.
La fe verdadera siempre lucha por una santidad universal, no parcializada.

Salmo 119:6, 101, 104
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Mateo 7.21
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.

      c.    La fecundidad permanente caracteriza la fe salvadora.

Un cristiano verdadero siempre es buena tierra y su fe siempre da fruto Lucas 8:15“Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”.

Por el contrario la fe falsa a menudo revela su temporalidad es infructífera o da malos frutos Lucas 8:13 “Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan”.


3.    ¿QUÉ TIPO DE FE TENGO? ¿SOY SALVO POR CRISTO O NO SOY SALVO POR ÉL?

Tan sólo uno mismo sabe qué tipo de fe posee. Sólo uno mismo sabe si estoy en Cristo o no, pero para facilitar nuestro autoexamen vamos a tomar las siguientes herramientas.

     a.    Las virtudes que el Padre regala: Existen virtudes espirituales que Dios sólo las regala a aquellas personas que son salvas, si podemos ver estas virtudes en nosotros, estaremos seguros de nuestra salvación y de que nuestra fe es verdadera.

·         Fe y arrepentimiento: El arrepentimiento real de pecados es un regalo de Dios, no proviene del hombre natural, proviene del toque del Espíritu Santo, igual es la Fe. Si lo tenemos estamos seguros en Cristo. Marcos 1:15; Hechos 11.18; Efesios 2:8.

Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: !!De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios


·         El Fruto del Espíritu Santo: Satanás puede imitar todos los dones espirituales, pero jamás el amor, el gozo, la paz… Esto sólo proviene del Espíritu santo. Si lo tiene estás en Cristo. Gálatas 5:22-23

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

·         Amar a Dios y a los hermanos. El amar a Dios y guardar sus mandamiento, sólo lo puede hacer un hijo de Dios que recibe la ayuda del Espíritu Santo.

1 Juan 2:3; 3:14, 18, 19, 24; 5:13.
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.  Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.  Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.


      b.    La morada eterna del Espíritu Santo: Es importante saber, que el Espíritu Santo sólo mora en aquellos que van a ir al cielo; a nadie más es dado. Sólo Dios conoce los que han de llegar al cielo y tan sólo a ellos dará su Espíritu.

Romanos 8:15-16.

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.

Gálatas 4:6-7.

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:!Abba, Padre!  Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Efesios 1:13-14.

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

CONCLUSIÓN

La fe en Cristo Jesús no es algo falible, si crees de todo corazón eres salvo. Si alguien no llega a la meta es porque en realidad no creyó como  dice la Escritura.
Cristo murió en la cruz del calvario por su pueblo, sufrió el castigo de los pecados de su pueblo, sufrió la maldición del pecado de su pueblo, cargó la condenación que merecía los pecados de su pueblo. En otras palabras pagó la deuda de su pueblo y el Padre celestial no volverá a cobrar la deuda porque Él no es injusto. La obra de Cristo es perfecta; no existe posibilidad de que Cristo fracase en su misión.
Ven a Cristo arrepentido de tus pecados, cree que el murió en la cruz como sustituto tuyo. Él te salva eternamente. Cree de todo corazón en Jesús y camina siempre con Él.